19 de septiembre de 2012

El demoledor articulo publicado en Alemania sobre la situación real de España

A través del portal www.tuinformación.com, publicamos un artículo incluido en el espacio de información EL CONFIDENCIAL, en su sección de negocios COTIZALIA. En él, se da la verdadera versión de la reunión que mantuvo España y Alemania a principios del presente mes junto a empresarios de ambos países. Se debe su redacción a Stefanie Claudia Müller, corresponsal en España y economista. Si queréis visitar la versión original en alemán del documento, se puede visitar pinchando aquí: Artículo sobre la situación real de España .



Hoy, 6 de septiembre, se encuentran en Madrid los gobiernos de Alemania y España, acompañados de un nutrido grupo de empresarios y donde, seguro, hablarán sobre las condiciones para poder otorgar más ayudas financieras a España o a su sistema bancario.

En los dos lados se ha elevado el tono en los últimos meses y, con gran expectación, se espera de parte de España la decisión que va a tomar el Tribunal Constitucional alemán, que esa sí es crucial, del día 12, sobre la conformidad o no del rescate europeo y las obligaciones derivadas para los alemanes.

En Alemania, crece la crítica contra la supuesta "mentalidad de fiesta" de los españoles. En España, los medios cada vez son más negativos con la supuesta dureza de la canciller Angela Merkel.

Pensamos que la situación es mucho más compleja de lo que presentan ambos gobiernos y la mayoría de los medios.

España no es Grecia pero España puede ser un paciente crónico si Alemania, junto a Europa, no contribuye a solucionar sus verdaderos problemas. 

España no debería recibir más dinero sin que se cambie a fondo el sistema político y económico, hoy en manos de una oligarquía política aliada con la oligarquía económica y financiera, y sin que se aumente la participación ciudadana real en las decisiones políticas.

Para no perpetuar la crisis y endeudar a los españoles durante generaciones, el Gobierno español debe reformar a fondo la administración de las CCAA y los Ayuntamientos, en su mayoría en bancarrota y completamente fuera de control, sometiendo a referéndum el modelo de Estado.

Este tema es la clave del futuro de España porque las regiones, ayuntamientos y diputaciones son los responsables de los dos tercios del gasto público - 234.000 millones frente a 118.000 del Estado en 2011- excluyendo la Seguridad Social -23.000 millones- y este gasto se realiza en condiciones de descontrol, despilfarro y corrupción totalmente inaceptables.

Las razones verdaderas de la crisis del país, en consonancia con lo dicho, nada tienen que ver con salarios demasiado altos -un 60% de la población ocupada gana menos de 1000 euros al mes-, pensiones demasiado altas -la pensión media es de 785 euros, el 63% de la media de la Unión Europea- o pocas horas de trabajo, como se ha transmitido a veces desde Alemania.

A España tampoco le falta talento, ni capacidad empresarial ni creatividad. Tiene grandes pensadores, creativos, ingenieros, médicos excelentes y gestores de primer nivel.

La razón de la enfermedad de España es un modelo de Estado inviable, fuente de todo nepotismo y de toda corrupción, impuesto por una oligarquía de partidos en convivencia con las oligarquías financieras y económicas, con el poder judicial y los organismos de control a su servicio.

En España, no existe separación de poderes, ni independencia del poder judicial, ni los diputados representan a los ciudadanos, sólo a partidos que los ponen en una lista.

Todo esto lleva también a una economía sumergida que llega al 20% del PIB y que frena la competencia, la eficacia y el desarrollo del país.

Además, retrae recursos con los que podrían financiarse educación y sanidad.

Las ayudas para España, igual que para otros posibles candidatos para un rescate, no deben ir a los bancos ya casi en bancarrota y fuertemente politizados.

En la CAM (Caja del Mediterráneo), el Gobierno ha comprometido 16.000 millones de dinero público en lugar de cerrarla. En Bankia, 23.000 y el Ejecutivo acaba de darle 5.000 millones para cubrir URGENTEMENTE pérdidas en vez de cerrarla y, además, de una manera tan extraña que despierta todo tipo de recelos.

¿Por qué se ha utilizado el dinero de los españoles, a través del FROB, en vez de esperar los fondos de la UE? 

Es lícito suponer que la razón es la siguiente: los bancos no quieren que la UE investigue sus cuentas. 


Control estricto y duras condiciones 


Ya el caso de Grecia ha demostrado que las ayudas europeas tienen que estar vinculadas a un control estricto y condiciones duras.

Esas condiciones no pueden solamente representar recortes sociales o subidas brutales de impuestos, como hace ahora el Gobierno de Mariano Rajoy con la excusa de Europa.

Se tiene que cambiar más en España que recortar el gasto social, que de todos modos es más bajo que en Alemania, habiendo otros gastos infinitamente menos relevantes que se pueden eliminar.

Además, los casos de corrupción resultan tan escandalosos, incluso en el propio Gobierno, que uno solo puede llegar a una conclusión: el dinero de Europa no puede ser manejado por personas tan increíblemente sobornables.

La pasada semana, el Ministro de Industria, José Manuel Soria, imputado también por corrupción urbanística en Canarias, acusó al Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en el Consejo de Ministros de favorecer descaradamente a la empresa líder de renovables, Abengoa, de la que había sido asesor, en la nueva regulación de estas energías, que reciben más de 7.000 millones de euros de subvenciones anualmente.

Y Rajoy, al que se entregó una carta reprobatoria, ni DIJO ni HIZO ABSOLUTAMENTE NADA.

No puede permitirse por más tiempo este nivel de corrupción y, menos aún, a 17 regiones funcionando como mini-estados independientes, con todos los organismos multiplicados por 17. Desde 17 servicios meteorológicos a 17 Defensores del Pueblo, con sus 200 embajadas, además de 50 canales de televisión regionales con pérdidas, 30.000 coches oficiales y 4.000 empresas públicas que emplean a 520.000 personas, creadas especialmente para ocultar deudas y "colocar" a familiares y amigos, sin control ni fiscalización alguna.

En conjunto, unos 120.000 millones, equivalentes al 11,4% del PIB, se despilfarran anualmente en un sistema de nepotismo, corrupción y falta de transparencia.


Con esto, se tiene que acabar. Entre otras cosas, porque ya no hay dinero. Los últimos datos de las cuentas públicas conocidos la semana pasada son escalofriantes.

El déficit del Estado en julio ascendió al 4,62% del PIB, frente a un déficit del 3,5% comprometido con la UE para todo el año (del 6,3% incluyendo comunidades y ayuntamientos).

Lo realmente inaudito es que España está gastando el doble de lo que ingresa: 100.000 millones de gasto en julio, frente a 52.000 millones de ingresos y, precisamente, para poder financiar el despilfarro de regiones y ayuntamientos que no están, en absoluto, comprometidos con la consolidación fiscal.

El tema del déficit público es algo que roza la ciencia ficción y que ilustra perfectamente la credibilidad de los dos últimos gobiernos de España.

En noviembre de 2011, el Gobierno dijo que el déficit público era del 6% del PIB. A finales de diciembre, el nuevo Gobierno dijo que le habían engañado y el déficit era superior al 8% y que se necesitaban tres meses para calcularlo con toda precisión.

A finales de marzo, se dijo definitivamente que era del 8,5% y esta fue la cifra enviada a Bruselas.

Dos semanas después, la Comunidad de Madrid dijo que sus cifras eran erróneas y el Ayuntamiento dijo lo mismo, el déficit ascendía al 8,7%.

Sin embargo, la semana pasada el INE (Instituto Nacional de Estadística) revelaba que el PIB de 2011 estaba sobrevalorado y, con la nueva cifra, el déficit era del 9,1%. Dos días después, Valencia dijo que su déficit era de 3.000 millones más. O sea, que estamos en el 9,4% y las otras 15 CCAA y 8.120 Ayuntamientos aún no han corregido sus cuentas de 2011.

Lo único que sabemos: es que todas están INFRAVALORADAS.

El déficit real de 2011 puede estar por encima del 11% y en 2012 se está gastando el doble de lo que se ingresa.


Como dice el Gobierno de Rajoy, "estamos en la senda de convergencia". Y es verdad... pero en la convergencia de Grecia.

Claramente, la joven democracia española tiene todavía mucho déficit de representatividad y de democracia que deberían interesar a la canciller Merkel y también a Europa si queremos evitar una Grecia multiplicada por cinco y salvar el euro.

Esto es lo que ha hecho posible el despilfarro masivo de las ayudas europeas, con una asignación disparatada de las mismas, a pesar de que estas ayudas han supuesto una cifra mayor que la del Plan Marshall para toda Europa.

Es frustrante que, a causa de este sistema oligárquico, nepotista y corrupto, se destroce talento y creatividad y que, ahora, muchos jóvenes se vean forzados a trabajar fuera, muchos en Alemania.

Esa situación nos ha llevado a una distribución de riqueza que es de las más injustas de la OECD.

La antaño clase media española está siendo literalmente aniquilada.

Resumiendo: no es una falta de voluntad de trabajo, como se piensa tal vez en algunos países del norte de Europa, sino un sistema CORRUPTO E INEFICIENTE.

La crítica del Gobierno alemán y sus condiciones para un rescate de España se deberían concentrar en la solución de esos problemas. En caso contrario, sólo conseguirán que una casta política incompetente y corrupta arruine a la nación para varias generaciones.


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